Autor/a: Esperanza Benayas Caño
Género: No ficción
SINOPSIS:Un libro que nos lleva a través de los sentimientos y emociones de los dos protagonistas de la historia, una madre que al abrir la puerta de su casa, encuentra al hijo robado hace mucho tiempo y las razones de la búsqueda de ese hijo para encontrar a su madre biológica. Una historia de las miles que estamos descubriendo a partir de su exposición en televisión, donde el dolor de las madres y la curiosidad de los hijos se mezclan llegando a formar una mezcla explosiva que nunca se sabe las dimensiones que puede tomar, ni que tampoco se valora las consecuencias que se pueden producir. El dolor y la curiosidad no hacen una buena mezcla.
Al leer el
título y ver la portada, ya me atrapó por completo, pero lo que no me imaginaba
para nada es que se tratara de un caso real de los ya conocidos “niños robados”
que ha sido noticia en España y muy escuchado durante los anteriores años, de
hecho, hasta podemos encontrar filmografía de este tema, así que por algún
motivo me sentí ilusionada e intrigada al ver que libro tenía ante mí.
Es imposible
no tratar de comprender el dolor que sufre una madre ante la separación con un
hijo, pero esta historia nos cuenta una historia personal dura anterior a lo
ocurrido en la maternidad dónde da a luz Esperanza, nuestra protagonista. Es
una mujer que inspira ternura, dolor y sensación de injusticia por lo que ha
tenido que pasar en la vida, ya que además las cartas comienzan a sucederse a
raíz de la muerte de su pareja.
Destaco,
además, que no se trata de ficción, sino de cartas reales y una experiencia que
nada tiene que ver con el drama, o con una historia que busque la lágrima fácil
del lector, como ella misma nos dice busca con la publicación del libro
exteriorizar y deshacerse en cierto modo, de sus fantasmas y sus sombras.
No quiero
profundizar mucho más en los hechos para que la lectura os sorprenda, pero es
imposible no dejarse llevar por sus palabras, una lectura fácil y amena aunque
no por eso menos emotiva e impactante.
Los
personajes son veracidad en estado puro como no puede ser menos, ya que es la
narración de Esperanza, y a través de cartas la de su hijo biológico que decide
buscarla y saber la realidad de cómo ocurrió todo. Con un final, para mí
inesperado que me despierta muchos sentimientos.
No sé si su
autora se planteará ponernos al corriente de su vida en un futuro, pero desde
aquí mi solidaridad con ella y con la vida que le tocó nada sencilla, ha sido
una luchadora nata y una madre con todo el sentido de la palabra, desde mi
punto de vista lector, por supuesto.
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